Construir edificaciones de hormigón industrializado nos permite un mayor grado de cumplimiento en la planificación de las obras que las construcciones tradicionales. Nuestros tiempos de ejecución son menores (independientemente de las inclemencias meteorológicas) porque todos los elementos constructivos se construyen en fábrica.

• Los presupuestos de las edificaciones prefabricadas de hormigón no tienen desviaciones.
• Requieren menos mantenimiento durante su vida útil que las construcciones tradicionales.
• Tanto el hormigón como el resto de elementos son reutilizables al final de la vida del edificio.

La tecnología de modelado BIM, que tenemos implementada en todas las áreas de Roansa, nos garantiza una aproximación precisa a los materiales necesarios para cada edificación y la reducción de los residuos generados.

La prefabricación nos permite desarrollar procesos repetitivos, y con mínimos errores, en el entorno controlado de nuestras fábricas.

La optimización de las secciones, sumada a la optimización del hormigón, da como resultado la minimización de las materias primas que utilizamos.

La inercia térmica propia del hormigón, acompañada de una elevada precisión de las juntas de la edificación y la incorporación de aislamiento al propio cierre, comportan un elevado ahorro energético.

• La inercia térmica del hormigón permite mantener temperaturas más constantes y estables.
• Las fachadas de hormigón, gracias a su masa, contribuyen a reducir el ruido aéreo.

El hormigón es inerte, esto significa que emite bajas emisiones de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) y, por lo tanto, mejora de la calidad del aire interior del edificio.

La producción de los productos de hormigón en un entorno controlado y protegido de efectos adversos permite dosificaciones optimizadas de agua, cemento y aditivos, garantizando un hormigón de alta calidad con una vida útil mínima de 50 años.

• Ámbito social: menos mantenimiento del hormigón implica menos quebraderos de cabeza para los usuarios.
• Ámbito económico: menos mantenimiento también comporta menos costes (intervenciones necesarias en una edificación de 100 años: de madera = 6 // tradicional = 3 // hormigón = 0).
• Ámbito Ambiental: las dosificaciones ajustadas de los componentes del hormigón implican ahorro energético, ahorro de materias primas y preservación de los recursos naturales.

El diseño de los prefabricados de hormigón Roansa es personalizado según las necesidades del proyecto, y adaptable a futuras modificaciones y cambios de uso de las edificaciones. El sistema permite grandes luces que facilitan esta versatilidad.

Los hormigones de alta densidad tienen una gran capacidad de resistencia frente a episodios naturales extremos. Del mismo modo, las estructuras de hormigón son capaces de resistir a ataques humanos –como bombas y fuegos– y asimilar las cargas por otros caminos. Factores que lo hacen posible:

• El hormigón es incombustible (limita la propagación del fuego y no genera gases ni humos).
• Tiene una elevada resistencia a altas temperaturas (hasta +500ºc).
• Presenta una baja conductividad térmica.

Nuestras fábricas tienen auto suministro de energía solar.

• La producción de los productos de hormigón en un entorno controlado nos permite ajustar la relación agua/cemento gracias a la utilización de aditivos fluidificantes.
• Reutilizamos el agua de limpieza de nuestros equipos.
• Durante la vida útil del edificio, el consumo de agua destinada a mantenimientos es reducido.

Nuestro sistema de transporte especial hace que podamos optimizar la fabricación con piezas de grandes dimensiones, minimizar el número de manipulaciones (implica menos personal, menos desperfectos y no hace falta grúa para la descarga) y optimizar el almacenamiento.

Reutilización:

• Con el residuo de las amasadas generamos subproducto: bloques de hormigón.
• Podemos dar una nueva vida a los elementos utilizados en un edificio cuando han llegado al final de su vida útil.

Reciclabilidad:

• La prefabricación permite utilizar áridos reciclados en el hormigón.
• Los elementos de la edificación (armaduras, hormigón y aislamientos) son disgregables y reciclables.

Que estemos menos tiempo en la obra, con menos operarios y menos maquinaria ocasiona menos molestias al entorno natural y social –como ruidos, cortes de calles, emisiones y escapes, entre otros– y también menos residuos.

La tecnología fotocatalítica que se puede aplicar en el sistema de prefabricación tiene capacitado auto limpiadora y descontaminante que mejora la calidad del aire exterior.

• En nuestras fábricas: se trabaja en un entorno protegido, con procesos controlados que realiza personal cualificado y altamente especializado.
• En la obra: los tiempos de montaje de los elementos de hormigón in situ son rápidos, implican menos accesorios y menos operarios que una construcción tradicional donde todo se hace a pie de obra, con los riesgos de seguridad que conlleva.

• Nuestro personal no está expuesto a condiciones ambientales cambiantes, puesto que todo el proceso de prefabricación de los productos de hormigón se hace dentro de nuestras fábricas siguiendo turnos y jornadas compactas.
• El montaje a pie de obra es rápido y seguro, permite que los operarios completen la instalación de los materiales constructivos sin complicaciones y, lo más importante, con mucho menos riesgo de accidentes.

Los turnos de trabajo de nuestras fábricas y oficinas permiten una mayor capacidad de conciliación laboral y familiar a nuestras trabajadoras y trabajadores, que realizan mayoritariamente trabajos más especializados y menos físicos.

Nuestras fábricas de Olost y Vic (Osona – Barcelona) están ubicadas en entornos rurales y dan vida al territorio.